ANÉCDOTAS: Un escoñamiento general.
En la Salamanca de la Segunda República era muy popular un personaje al que llamaban el Carita. Se dedicaba a trasladar en su coche, arrastrado por mulas, a los pasajeros desde la estación de Ferrocarril a sus domicilios. Despues de la Guerra Civil lo hacía en un autobús que el mismo conducía. Cada vez que frenaba, como estaba acostumbrado al coche de caballos, se echaba hacia atras tirando del volante, como antes lo hiciera con las riendas de los equinos, mientras gritaba: ¡ Sóooo !.
Un día se cruzó con mi abuelo y le paró para preguntarle por su mujer y sus numerosos hijos. Mi abuelo, a su vez le preguntó por su familia, a lo que contestó:
» La que no está bién es mi señora, el médico le ha encontrado algo de corazón, el riñón no le funciona, los pulmones los tiene tocados y el hígado lo tiene muy jodido; que si el bazo, que si el espinazo, vamos, pa que usted me entienda, tiene un escoñamiento general».
Mi abuela se quedó con la copla, porque cuando íbamos a visitarla, y la preguntábamos por su salud (Había parido ventiun hijos, sí, ventiuno) cuando no se encontraba bién, contestaba: « Mira hijo, para resumir, me encuentro como la mujer del Carita».
Esta grave situación, cuando fracasan en cadena varios organos vitales, se denomina en Medicina, Fallo Multiorgánico. Pero entre nosotros, para entendernos, la expresión del Carita es mucho mas definitiva y contundente. Por lo menos es mas adecuada que la de una enferma mía que dijo que había tenido un «Fallo multiorgásmico», situación frustrante, sin duda, pero que no pone en riesgo la vida.
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