ANECDOTAS: Orinar alambre.
Chicola es el apodo con el que se conocía a un Profesor de Farmacología en la Salamanca de los últimos años de de la Monarquía de Alfonso XIII y la Segunda República. Participaba en las tertulias del Casino y Gran Hotel a las que asistía mi padre. Fué Presidente de la Diputación y fundó el Hospital Provincial en 1927. Era ingenioso y ocurrente en todas sus facetas por lo que protagonizó divertidas anédotas, algunas atribuídas, y que, por aquello de «Si non e vero e ben trovato», iré publicando sucesivamente.
Examinaba a un estudiante sobre las Anemias Ferropénicas (por falta de hierro), y le preguntó como trataría ese tipo de patología. Sin dudar contestó que administrando hierro. «Muy bien, ahora dígame que dosis le recetaría» «Pues 500 gramos» le contestó muy seguro. Chicola le preguntó «¿Y como se lo administraría?. El estudiante ya muy animado le dijo «Despues de las tres comidas».
El Profesor convencido que el alumno se había liado entre gramos y miligramos, le corrigió con desenfado: «Pero hombre, si usted da a un enfermo medio kilo de hierro, tres veces al día, se va a pasar meando alambre, el resto de su vida».
Bueno, eso sería en el mejor de los casos, porque si se hubiese tirado a nadar lo hubiesen tenido que sacar con una grúa.
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